
Este militar se decantó hacia el bando antiisabelino desde mediados de los años sesenta, participando en la
sublevación de
Prim en Villarejo de Salvanés, en 1866, por lo que tuvo que emigrar. Regresó a España después de la
revolución de 1868. Su protagonismo militar adquiere consistencia en tiempos de
la I República, dirigiendo la represión del
cantonalismo en Andalucía. Alcanzó la capitanía general de Castilla la Nueva, desde la que realizó su hecho más conocido: la
disolución por la fuerza de las Cortes republicanas, en la madrugada del 3 de enero de 1874. Fue posteriormente capitán general de Cataluña, en 1880 y 1881, y de Castilla la Nueva, en 1885 y 1886. Entre sus obras cabe señalar : "La pacificación de Andalucía".
No hay comentarios:
Publicar un comentario